Lucha Canaria se caracteriza por la habilidad para aprovechar la fuerza del contrario y por no buscar herirlo, sino desequilibrarlo hasta hacerle tocar el suelo con cualquier parte de su cuerpo que no sean las plantas de sus pies. Para quebrar la estabilidad del rival no se permite la lucha en el suelo, como ocurre con otras modalidades, ni ninguna clase de llaves o estrangulaciones.
Cuando dos luchadores se encuentran en el centro del terrero estrechan sus manos en señal de amistad, nobleza y tradición. Inician el agarre colocándose frente a frente y cada uno introduce su mano izquierda en el remango derecho del pantalón del oponente. Inclinan sus cuerpos hacia delante por la cintura, hasta quedar sus hombros derechos juntos, a la misma altura. Colocando los brazos derechos en posición vertical, unen las palmas de las manos y las bajan hasta tocar el suelo con las puntas de los dedos. Validada esta secuencia por el árbitro, éste dará la señal de comienzo de la agarrada haciendo sonar su silbato.
La lucha se desarrolla dentro de un círculo, que es de arena denominado `terrero´, cuyos dos círculos céntricos tienen unas dimensiones mínimas que han de ser de 16 y 18 metros de diámetro respectivamente. En él, dos luchadores se enfrentan agarrados intentando derribarse.
Anteriores a la conquista de las islas canarias por parte de la Corona de Castilla que se llevó a cabo entre 1402 y 1496, los aborígenes de las distintas islas no tenían prácticamente contacto entre sí, y este tipo de lucha se extendía por las diferentes islas. Por tanto, la lucha debió surgir primero en el continente y más tarde se produjo la llegada de los pobladores. Se sabe que en el norte de África existen luchas similares, que pudieran emparentarse con la lucha que los antiguos canarios practicaban en Canarias. Es uno de los legados más importantes que, desde el pueblo aborigen de las islas, ha llegado hasta nuestros días. Cronistas y escribanos de la conquista de Canarias por la Corona de Castilla hablan de la lucha como una de las características más destacadas de la población autóctona.
Fray Espinosa, uno de los primeros historiadores que estuvo en Tenerife cuando la cultura guanche permanecía aún casi intacta, constata la existencia de la lucha aborigen. Obtuvieron datos sobre idéntica constancia Torriani, Abreu y Galindo, Antonio de Viena, José Viera y Clavijo. etc.
Los especialistas e historiadores de la Lucha Canaria han dividido su evolución en tres etapas:
- Época histórica: Es la primera época. Del cronista Alvar García de Santa María en el año 1420 es del que se han obtenido las primeras referencias conocidas sobre este deporte. Ya se utilizan algunas de las técnicas que hoy se siguen utilizando y aparece la figura de los jueces u “hombres de honor”.
- Época folclórica: Con la llegada de la Ilustración este deporte quedó exclusivamente relegado al ámbito de las celebraciones y actos populares o festivos. Incluso en algunas publicaciones de la época se la consideraba vulgar y anacrónica. Debido a la guerra con Cuba muchos canarios emigraron a América y llevaron a esas tierras este deporte, siendo Argentina y Cuba los países donde más acogida tuvieron y se celebraron bastantes combates. En esta época, por el año 1872, se redactó el primer reglamento por lo que convierte a este deporte a uno de los más antiguos reglamentados.
- Época institucional: En los años 40 del siglo XX se comienza a regular el deporte y se crean las primeras federaciones provinciales, al principio dependientes de la Federación Española de Lucha y ya en 1984 se creó la actual federación, que esta dividida en insular o regional en Canarias.
En lucha canaria, una maña es un movimiento o conjunto de movimientos con el único fin de derribar al contrario sin golpearlo. Para ello pueden utilizarse tanto piernas, brazos y movimientos del cuerpo siempre que respeten las reglas establecidas. Podemos dividir las mañas en tres grupos:
- Mañas de agarre son aquellas que consisten en aferrarse a alguna parte del cuerpo del contrario para tratar de derribarlo levantándolo y haciendo que pierda el equilibrio. Ejemplos de estas mañas son: cogida de muslo, cogida de tobillo, cogida de corva, cucharón, sacón (de aire, de camisa y de sobaco) y cogida de cadera. Pero existen muchas más.
- Mañas de bloqueo son aquellas que consisten en bloquear el movimiento de alguna parte del cuerpo del contrario, tanto con los brazos como con las piernas, para desestabilizarlo y llevarlo a la arena sin llegar a la estrangulación o luxacion. Algunos ejemplos son: toque por dentro, toque para atrás, toque por fuera, garabato, traspiés, pardelera o burra.
- Mañas de desvío son aquellas que consisten en mover el cuerpo para desviar la acción del contrario y con la propia fuerza del mismo desestabilizarlo. Algunos ejemplos son: desvío, tronchada, toque por dentro, vacío o perro.
Aparte de la lucha a manos bacías también existe una variante armada:
- Lucha de garrote canario es un arte de combate que se remonta a los antiguos prehispánicos y que ha llegado hasta nosotros a través de los pastores, herederos de aquellas técnicas de los luchadores aborígenes.
Los historiadores nos narran la maestría con que los aborígenes canarios emplearon grandes garrotes y piedras durante la conquista. Tras ésta los castellanos prohibieron a los canarios el uso de cualquier armas. Pero los canarios lograron salvaguardar sus técnicas de combate del garrote por medio del pastoreo. Los pastores utilizaban estos garrotes grandes y gruesos para desplazarse por la abrupta geografía de las islas, eran una herramienta de trabajo insustituible y a la vez podían ser utilizadas como arma en las disputas surgidas por el robo de ganado, los escasos pastos, los ataques piratas o algunas riñas…
A partir de los años 40 el campo canario entra en una fase de paulatino abandono. Los jóvenes emigran a las ciudades menguando así el relevo generacional que mantiene vivas las tradiciones rurales. En los años 70 el Maestro Jorge Domínguez inicia una dura investigación en Gran Canaria. Tras entrevistarse con los últimos pastores, ya todas personas mayores, logra como resultado la recopilación de una gran variedad de técnicas sobre la Lucha del Garrote Canario que fueron clasificadas. Sin duda alguna sin su trabajo esta tradición hubiera desaparecido en muy pocos años.
Los garrotes tienen un grosor que debe llenar completamente la mano al ser cerrada y se clasifican en función de la altura del garrote respecto al luchador estableciéndose así tres medidas:- Garrote corto: hasta la cintura o el pecho del portador.
- Garrote medio: de la barbilla del garrotista.
- Garrote largo: por encima del luchador.
La madera más común con la que se elabora un garrote es el eucalipto por su facilidad para conseguirla siendo el acebuche canario, macho salvaje del olivo, la mejor madera por su dureza (árbol protegido).
El la lucha con este arma se utiliza gran variedad de técnicas (cruzados, revoleadas, enganches, zapatas, pinzas, despeges, etc) sin llegar a hacer daño al contrincante, marcándo y controlando el golpe. La Lucha del Garrote Canario ya lo usaban los aborígenes isleños como método de defensa. En las islas de Gran Canaria, Tenerife, El Hierro y La Palma se sigue manteniendo la tradición.