Sumo (相撲): el primer combate se realizó el año 23 antes de nuestra era, bajo el reino del emperador Suinin (垂仁天皇), La lucha se realizó por pedido del artesano Nomi no Sukune (のみのすくね) para combatir contra Taima no Kehaya (たいまもけはや). La lucha duró un tiempo prolongado, hasta que los golpes mortales de Sukune hirieron mortalmente a su adversario Kehaya. Sukune se convierte así en el gran vencedor y pasará a la posteridad como el «padre del sumo».
En principio fue practicado como un arte marcial, pero en unos años pasó a ser utilizado en duelos.
Es un deporte con una estrecha relación con la religión Shinto (神道) tanto por los rituales que se llevan a cavo antes del combate como en la misma cultura japonesa, de acuerdo con documentos antiquísimos, un encuentro de sumo que gano el Dios Takemikazuchi (建御雷) les permitió asentarse en la isla que ahora ocupan y establecer allí su orgullosa patria. De esta manera la antigüedad del sumo ha quedado consagrada.
Lo primero que llama la atención de los luchadores de sumo es su gran tamaño, pues son sometidos a rigurosas dietas para poder aumentar de peso y a un duro entrenamiento para que sus músculos soporten además de su propio peso, los envistes del oponente he incluso puedan levantarlo en vilo.
Es un tipo de lucha libre donde dos luchadores contrincantes o rikishi (力士) se enfrentan en un área circular.
Las reglas del combate dictan que el rikishi pierde si toca el suelo con cualquier parte del cuerpo que no sean los pies o toca con cualquier parte, incluidos los pies, fuera del circulo que delimita el ring, si utiliza una técnica ilegal (kinjite (禁じ手) como: puñetazos, tirones de pelo, hincar los dedos en los ojos o el plexo solar, golpear las dos orejas simultáneamente, empujar agarrar o golpear la ingle, agarrar la garganta, patear por encima de la rodilla o torcer los dedos), o si pierde la única prenda que visten el mawashi (廻し).